Cuando andas en bicicleta, ver detrás de ti es muy importante. Por ese motivo no hay duda de que el uso de un espejo retrovisor hace que sea más seguro circular en las carreteras públicas. No obstante la gran mayoría de los ciclistas no poseen un retrovisor, una solución práctica es el retrovisor RearViz, el cual se monta en el brazo del ciclista.

El espejo en sí es convexo y se pliega contra la carcasa cuando no se está utilizando. Puede abrirse en cualquier ángulo y girarse 360 grados. Este pequeño gadget está montado en un brazalete de velcro transpirable.

Algunas de las ventajas que ofrece este retrovisor es que no se verá tan afectado a la vibraciones de la carretera como uno que este montado directamente en el manillar. Además los usuarios pueden cambiar el campo de visión del espejo simplemente girando un poco el brazo, en lugar de mover la cabeza o el manillar.

El espejo RearViz está disponible en varios colores.






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